Me encuentro con mi hija, en algún parque infantil, con columpios de madera. Ella está de pie al lado de su carrito mirándome fijamente, mientras subo por una escalera de mano para acceder a algún sitio elevado.
Sus ojos denotan una seria curiosidad, le explico que tengo que subir un momento. Cuando vuelvo a mirar, no están ni ella ni su carricoche.
Mientras la busco, me encuentro con gente conocida de mi mundo real, que han conseguido proyectar su imagen en mi mundo onírico.
Destaca una compañera de un curso que estoy realizando en el mundo real. Una mujer latina, muy atractiva en su madurez, ronda los cuarenta. Inteligente, estudiante, trabajadora y aplicada, nuestro curso de programación orientada a objetos se le hace un poco difícil al comienzo, pero lo supera sin problemas.
En mi mundo onírico simplemente me la cruzo mientras busco a mi hija por La Coruña.
Sigo por La Coruña buscando. Mi abuela está por allí, pero no le concedo mayor importancia en ese momento.
Sé que me está ayudando en mi búsqueda o que está haciendo alguna otra labor importante. Tengo plena confianza en ella. Mi abuelita querida, me alegro mucho de verte y de que sigas poblando mi imaginario...
Sé que me está ayudando en mi búsqueda o que está haciendo alguna otra labor importante. Tengo plena confianza en ella. Mi abuelita querida, me alegro mucho de verte y de que sigas poblando mi imaginario...
En un momento dado me cruzo con mi madre. Habitualmente ella me tranquiliza en el mundo onírico. Ésta vez la cosa no iba a ser menos. Intercambio cuatro palabras con ella, no recuerdo exactamente cuales, pero en ese momento mi inquietud por la niña cesa.
Está bien, bajo su cuidado.
Está bien, bajo su cuidado.
Entonces comienzo a analizar el problema de mi coche. Lo tengo en La Coruña, pero necesita una reparación que se la querría realizar en Lugo, y estoy dudando de si llamar al Manolo de Coruña, el mecánico de cabecera familiar.
Despierto.
Lo primero que pienso es en que mi hija está bien. Ha sido un sueño. Se acabó.
Sigo con la incomodidad del coche. Primero necesito traerlo desde La...
No, suspiro. Lo tengo aparcado delante de casa.
Mierda.
Tendré que mirar como conseguir la pasta para meterlo al mecánico en cuanto antes.
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