Dirigida por Fritz Lang en 1931, e interpretada por Peter Lorre en un impactante papel, resuelto con maestría en su primer trabajo delante de las cámaras, que le valió el reconocimiento de "actor revelación" en aquel siniestro año de 1931.
Penúltimo trabajo de Fritz Lang en Alemania, que el realizador siempre consideró su mejor obra de aquella etapa.
Establece las líneas maestras sobre las que posteriormente se desarrollará el buen Cine Negro, e idea planos - secuencia realizados de forma muy innovadora para transmitir tensión y suspense, como la técnica "Outfield" o fuera del campo, según la cual uno de los protagonistas participa desde fuera de la escena u oculto, representando su presencia mediante una utilización muy eficaz del sonido y la música, sorprendiendo al espectador por varios flancos...
Argumento: La película está parcialmente inspirada en las investigaciones en busca y captura de Peter Kurten, el asesino en serie que tuvo atemorizada a la ciudad de Düsseldorf entre febrero y noviembre de 1929.

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