Antiguamente, el medio físico cambiaba y las especies se adaptaban, solo los más fuertes, o los más hábiles o los más astutos se imponían, y encontraban su hueco en la Evolución.
Hace mucho tiempo que esto dejó de ser así, concretamente desde la aparición, ya no del Homo Sapiens si no desde sus antecesores. Y es que Nosotr@s no solo nos adaptamos a todos los ecosistemas del planeta, si no que una vez integrados, nos hemos dedicado a transformarlos o destruirlos en nuestro beneficio.
Gaia: La Tierra como una conciencia planetaria de la que forman parte otros ecosistemas compuestos de fauna y vegetación, que realizan sus funciones vitales para perpetuarse indefinidamente en un entorno sostenible, como nosotros mismos somos en cierto sentido colonias de células que se organizan repartiéndose tareas entre sí, con el propósito biológico de reproducirnos, para perpetuarnos formando nuevas colonias.
Nosotros tenemos un corazón, un órgano formado por células que se han organizado según una secuencia de instrucciones, y que en algún momento recibió una "chispa de arranque" biológica y comenzó a latir, para hacer fluir nutrientes, oxígeno y H2O, con el sentido de crecer, desarrollar y ampliar el resto del cuerpo con el único sentido de tirar p'adelante mientras se pueda.
Gaia tiene un campo electromagnético que la protege de su principal amenaza, y la hace rotar permitiendo la vida en ella, creando estaciones, climas, corrientes de agua, masas de aire.
Más de una vez recibió golpes de meteoritos, y alguno de estos choques fue muy agresivo, y Gaia se resintió, sufrió un cambio climático, y con ella todas las especies que sobre ella vivían.
En el espacio, nuestros sensores electrónicos son capaces de medir y detectar la pulsación del latido de Gaia.
Muchos animales desarrollan ciertos niveles de inteligencia. Un chimpancé adulto, por ejemplo, puede llegar a desarrollar la conciencia de un niño de 8 años.
Entre todos los animales emerge "el Hombre", el más inteligente y hábil de todos los simios, y que se autonombra "el Rey de la Creación", diciendo que un tal Yahvé - Dios - Alá lo creó Todo, y comienza a imponer sus reglas sobre el medio, desarrollando cada vez más armas, más codicia, y destrucción de Gaia.
Si el Núcleo es el Corazón de Gaia, las Grandes Selvas, como la Amazonía son sus pulmones, que generaban grandes cantidades de oxígeno, reciclando gases como el CO2, función paralela a la que hacen nuestros propios bronquios.
Nosotros sufrimos enfermedades, nos invaden virus, bacterias, infecciones, parásitos, etc. que a veces mantenemos controlados, pero en ocasiones son ellos los que se hacen más fuertes, nos invaden y nos matan. Nos matan aunque ello conllevase a su propia destrucción, si bien su fin es también perpetuarse.
Nosotros tenemos un marcado tinte autodestructivo, mucho más que otros animales, es un hecho probado. Lo que hemos sido capaces de hacer con nuestros congéneres, es algo inédito en el resto de especies.
Gaia sufre una infección, y se ven los síntomas desde hace mucho. A escala planetaria esta infección durará mucho más tiempo del que podamos ver, ya que sus ciclos vitales son mayores que los nuestros. Antiguamente estaba controlada, pero ahora el virus se ha desbocado, y amenaza con destruirla.
Éstos han sido Pensamientos Laterales sobre organismos vivos como parte de un todo.
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